Un belleza eslava. Eso dicen que soy. Que en mi mirada se esconden todos los misterios, el magnetismo y la magia de mi Rusia natal. Que en mí se mezclan la belleza y la sensualidad de una forma irresistible. Todo eso estoy acostumbrada a oír desde que fui mujer. Me llamo Zoya y, además de todo lo dicho, soy una dama muy educada y elegante. Discreta cuando las circunstancias lo exigen pero siempre llamativa. La belleza natural siempre lo es. Soy pasional y puedo ser muy dulce, pero para mostrarme así necesito dos cosas: una compañía caballerosa y un ambiente amigable. Cuando eso se da, la vida muestra a través de mí cuán gratificante y belle puede ser.