Que Brasil es cuna de mujeres bellas y sensuales es casi un lugar común. ¿Quién no lo sabe? Yo soy brasileña, me llamo Jeniffer y hago cumplido honor a mi país con mi belleza y mi sensualidad. Pero soy mucho más que una chica guapa. Hay virtudes que no se pueden contemplar en un book fotográfico y que yo atesoro. ¿Cuáles? La de la simpatía natural. La de la naturalidad y cercanía en el trato. La de la dulzura en las distancias cortas. La de ser capaz de crear momentos tan gratos como inolvidables. ¿Son muchas, verdad? Pues yo las poseo todas y de su combinación surge un tipo de mujer muy especial: la mejor acompañante de lujo con la que se puede contar para disfrutar más y mejor de cualquier tipo de evento.