Tan dulce como cariñosa y tan simpática como atenta. Eso acostumbran a decir de mí quienes me conocen. Me llamo Daisy, soy brasileña, y soy como las mujeres de mi tierra: pasional y divertida, atenta siempre a las oportunidades que me da la vida para pasarlo bien. Cuando llega una de ellas me entrego con todos mis sentidos y me olvido del ayer y del mañana para volverme puro presente. Compartir esos momentos conmigo se convierte siempre en una experiencia inolvidable. Y es que hay mujeres a las que es imposible olvidar cuando se las ha tratado y, ciertamente, yo soy una de ellas.