Soy pura pasión. Con una mirada cómplice, un cuerpo deslumbrante y una presencia intensa, es imposible pasar desapercibida. Me encantan los juegos de miradas, sin vergüenza, de los que nace una química capaz de erizar la piel... Cuando existe esa conexión, no hay placer que se resista. Quienes me acompañan descubren en mí provocación y atrevimiento. Soy Bárbara, un placer.