Guapa y con un cuerpo de escándalo. Eso es lo que me dice el espejo cuando me miro en él. Soy Ainhoa, soy española y sé de mí todo lo que el espejo no puede ver. Sé de mi educación y de mi saber estar. Sé de mi trato cercano y afable. Y sé también (y quienes me conocen lo saben) que puedo ser muy dulce y cariñosa cuando me siento a gusto y en buena compañía. La combinación de todo ello, de lo que el espejo refleja de mí y de lo que solo puede distinguirse cuando se me conoce, hace de mí una acompañante de lujo cinco estrellas. No hay ambiente que se me resiste ni evento en el que no deje la huella indeleble de mi clase y elegancia. Por eso es imposible olvidarse de mí cuando se han compartido conmigo aventuras y experiencias.